JACOB MÉNDEZ
DETERMINACIÓN Y ESFUERZO: AL ESTILO MENDEZ
Destacados: Exalumnos de ACCESS U | Universidad Texas A&M - Texarkana '24
Los padres de Jacob, ambos de San Luis Potosí, México, vinieron a los Estados Unidos en busca de una mejor vida e hicieron grandes sacrificios. A pesar de importantes desafíos, incluido el diagnóstico de lupus de su padre, trabajaron incansablemente para criar a Jacob y sus dos hermanas mayores, priorizando lo académico sobre el fútbol. El recorrido futbolístico de Jacob comenzó de forma recreativa junto a una de sus hermanas, y finalmente se convirtió en portero. En high school se distinguió por tener reconocimientos sobresalientes, incluidos los honores Second-Team All-State de Tasco Soccer, durante tres años consecutivos.
La Fundación ACCESS U jugó un papel crucial en el camino de Jacob hacia Texas A&M University - Texarkana, brindándole tutoría, clases de preparación, y apoyo durante el proceso de solicitud de ingreso. Consideraciones financieras llevaron a Jacob a elegir Texas A&M - Texarkana, lo que le permitió estar cerca de su familia y evitar préstamos escolares. Su historia es el claro ejemplo de perseverancia, competitividad y orgullo cultural de los estudiantes-atletas latinos, y sirve de inspiración y orientación para quienes sueñan con ir a la universidad.
Lee la entrevista completa a continuación.
FAMILIA Y NIÑEZ
Cuéntanos sobre tu familia y cómo se conocieron tus papás.
Mis papás son de San Luis Potosí, México. Mi mamá se mudó a los EEUU cuando tenía veintitantos años, planeaba trabajar aquí por unos años y luego regresar a México. Mi papá se mudó cuando tenía 15 años e inmediatamente después de graduarse de high school, se puso a trabajar. Ambos vinieron en busca de una mejor vida, aquí se conocieron, enamoraron, casaron y nos tuvieron a mí y a mis dos hermanas mayores.
¿Puedes compartirnos un ejemplo de una adversidad importante que tú o tu familia hayan vivido?
Mientras crecíamos, mi papá y mi mamá siempre estaban trabajando. Hemos sido parte de la clase trabajadora toda la vida y antes que mis hermanas y yo naciéramos, mi papá se enfermó de gravedad. Repentinamente había perdido toda su energía y estuvo en cama durante un año. No podía hacer ningún esfuerzo físico y perdió 40 libras. Su piel se puso muy pálida, tenía que usar sombreros largos, mangas largas, pantalones largos y prácticamente se tenía que tapar toda la piel, porque el sol le hacía daño. Mucha gente pensó que era cáncer, pero finalmente le diagnosticaron lupus, para el cual no existe cura.
Durante mi infancia él se enfermaba muy seguido, y cuando yo estaba en primer grado, tuvimos que irnos a vivir con mis primos. Siempre hemos sido muy unidos y él decía que esto era como si Dios le diera una segunda oportunidad. Lamentablemente, hace dos años sufrió un infarto mientras yo estaba en la universidad. Era la época del covid y el hospital sólo permitía un visitante a la vez, así que tuvimos que alternarnos entre mi mamá y mis hermanas. Ahora está mucho mejor, pero no se siente bien con frecuencia y necesita descansar. Su cuerpo se cansa rápidamente. Por ejemplo si trabaja una hora, siente como si hubieran sido 12 horas.
Tu historia con el fútbol: ¿Cómo empezaste cuando eras pequeño?
Empecé a jugar fútbol recreativo con mi hermana (2 años mayor) y primero fui delantero, antes de ser portero. Era demasiado difícil jugar en Developmental Academy (DA), porque tenía que viajar 1.5 horas a Dallas. Estaba demasiado lejos para mis papás, además trabajaban mucho y también tenían que cuidar a mis hermanas. Aunque me invitaron, nunca pude comprometerme.
Decidí jugar en una liga de competencia regular a nivel local y la forma en cómo me convertí en portero, es una historia muy chistosa. Fue básicamente porque me cansé de que mi equipo perdiera. Éramos muy malos, así que en un partido literal “tomé el asunto en mis propias manos” y me puse de portero. A partir de ahí comencé a jugar de manera más competitiva, luego en high school y después en la universidad.
¿Qué sacrificios hicieron tú o tu familia para que pudieras estudiar y jugar en Texas A&M University - Texarkana?
Mis papás fueron muy dedicados y me motivaron a ser lo mejor que pudiera ser. Sacrificaron mucho para ayudarme a entrar a la universidad. Siempre me impulsaron a hacer más, ya fuera en lo académico o en el fútbol. De lunes a viernes después de clases siempre estaba entrenando con mi club, luego entrenaba en privado con Rafa Calderón (Scout de ACCESS U y exportero de la Liga MX).
Trabajaban todo el día, iban por mí a la escuela, recogían a mis hermanas, preparaban la cena y conducían 30-40 minutos para llevarme a la práctica y después, volver a casa ya cansados. Al día siguiente, lo volvían a hacer. Ahora que estoy casi en la edad en la que pienso en tener mis propios hijos, veo hacia atrás y pienso: "Vaya, lo que hicieron fue una locura".
Fuiste un jugador sobresaliente en Crowley High School (primer jugador en ser nombrado en el All-State durante tres años consecutivos). Sin embargo, tus papás siempre te inculcaron que tu educación era igual de importante. ¿Cómo te apoyó tu familia en tus estudios?
En su momento no le prestaba mucha atención a todo el reconocimiento en la cancha de fútbol. Mis papás me mantuvieron con los pies en la tierra y le dieron prioridad a la escuela. Siempre haciendo resaltar lo académico por encima del fútbol. Mi hermana se graduó entre las 6 mejores de su clase en high school, por lo que “puso la vara bastante alta”. Mi papá me contrató a un tutor, para ayudarme con las clases y preparación para exámenes universitarios. En el verano mi papá nos compraba un libro de ejercicios para el siguiente grado escolar y teníamos que hacer 5 páginas todos los días; recuerdo pensar que estaba loco, ninguno de mis amigos hacía eso. Mis padres sabían que éramos capaces en los deportes y en lo académico, por eso nos presionaron a mí y a mis hermanas, para dar lo mejor.
ACCESS U & APPLYING TO COLLEGES
¿Cómo te decidiste por Texas A&M University - Texarkana y qué papel jugó la Fundación ACCESS U para ayudarte a lograr tus sueños universitarios?
ACCESS me ayudó mucho. Tuve sesiones mensuales con los mentores académicos, tomé clases de preparación para ACT/SAT y participé dos veces en Surf Cup con el equipo ACCESS U, lo que me brindó la verdadera experiencia de un estudiante-atleta con sesiones de clase por las mañanas y entrenamiento en las tardes.
También conocí a Rafa Calderón (Scout de ACCESS U) en octavo grado y me ayudó mucho durante el proceso. En cuanto a elegir a qué universidad ir, estaba considerando Concordia en Texas, una escuela de División III. Sin embargo, después de hablar con uno de mis mentores de ACCESS U, nos dimos cuenta de que al ser una escuela D3, no podía ofrecer una beca de fútbol.
No quería pedir ningún préstamo, tener deudas, ni que mis padres me ayudaran. Un amigo de high school había ido a Texas A&M - Texarkana y habló bien de mí, así que fui de visita, hice una prueba y se interesaron en mí. Desafortunadamente el Covid impactó y atrasó el proceso, pero tuve mucho tiempo para pensarlo con mi familia. Como el campus estaba a sólo 2-3 horas de casa, pude estar cerca de ellos, lo cual era importante para mí, dada la cercanía que tenemos.
¿Por qué elegiste la carrera de Administración y Gestión de Empresas?
Fue una decisión fácil porque los negocios son muy amplios y podría ingresar a diferentes industrias con ese título. Tengo mucha experiencia en construcción y quería quedarme en esta carrera porque me gusta ver cómo se construyen las cosas. Cuando tienes las herramientas, me parece fascinante. Mi papá también creció trabajando en la construcción y mi mamá limpia casas, por lo que siempre hemos sido una familia trabajadora.
Texas A&M University
¡Felicitaciones por graduarte de Texas A&M - Texarkana con honores! ¿Cómo se siente lograr este sueño y quién o quiénes fueron tus mayor apoyo durante tu carrera universitaria?
Graduarme con honores y un GPA de 3,5 parece algo irreal. Mi familia jugó un papel muy importante. Mi hermana y yo fuimos juntos a la universidad, siempre hablando de nuestras clases, las tareas o los exámenes. Mi mamá me llamaba regularmente para ver cómo estaba y mi papá me enviaba mensajes de texto de buena suerte antes de cada partido, diciéndome: "Si el juego no sale como quieres, la vida continúa". Me ayudaron a darme cuenta de que había más en la vida que sólo el fútbol, lo que me permitió disfrutar de la universidad y tener más éxito.
Además de mi familia, Rafa Calderón y Sergio Bernal fueron un apoyo valiosísimo. Juntos hacíamos seguimientos, me dieron consejos y me orientaron en mi etapa universitaria.
Ser un estudiante-atleta en la universidad puede ser demandante y estresante. ¿Cómo lograste equilibrar tus estudios con el fútbol?
Soy muy bueno con la gestión de mi tiempo. Dos o tres veces por semana me levantaba a las 6:30 am y trabajaba en una cafetería durante dos horas, para adelantarme en tareas de toda la semana. Como estudiantes y atletas, muchas personas sólo se concentran en la parte atlética, y en realidad no toman en cuenta que están ahí para algo más que deportes. Como estudiante-atleta, tienes el doble de responsabilidad que los alumnos regulares.
Se necesita saber lo que hay que hacer y cumplir con esos plazos. No es fácil, sobre todo cuando estás de viaje y juegas dos partidos semanalmente; a veces tienes que faltar a clases el resto de la semana. No estar ahí y tener que ponerte al día, pone a prueba tu gestión del tiempo y te muestra el tipo de estudiante que debes ser.
Carrera
Después de graduarte de la universidad, comenzaste a trabajar en Tri Pointe Homes. Cuéntanos sobre tu puesto y cómo encontraste este trabajo.
Empecé como Pasante con Five Point Homes (una división de Tri Pointe Homes) en el verano de 2022. Estaba realmente interesado en el campo de la gestión de la construcción y quería agarrar experiencia. Hice una pasantía de tres meses con la dirección de un jefe de construcción, quien me mostró todos los aspectos de lo que se hace en el día a día y me enseñó en qué consiste el rol.
Cuando terminé esta etapa de aprendizaje, me pidieron que volviera al año siguiente para realizar otra pasantía. Después de que terminó mi temporada de fútbol en noviembre del 2023, volví a trabajar para ellos, y terminé mis últimas clases que hacía en línea mientras trabajaba. Me ascendieron a Subgerente de Proyectos y parte de mi día a día, es recorrer los lugares de trabajo y ver qué hay que hacer. Administro la programación, hablo con proveedores y propietarios de viviendas, y también estoy a cargo de la nómina y la facturación.
Consejo y Legado
¿Cuál crees que es la cualidad que tienen los estudiantes-atletas latinos para alcanzar sus sueños y qué consejo tienes para quienes sueñan con ir a la universidad?
Los estudiantes-atletas latinos poseen resiliencia, una fuerte ética de trabajo y un profundo sentido de orgullo cultural, lo que los lleva a sobresalir en lo atlético y lo académico. No temas buscar ayuda, hay muchas personas que están dispuestas a ayudar a los estudiantes. Sólo tienes que preguntar y te indicarán la dirección correcta. Mi consejo para los latinos que sueñan con inscribirse en la universidad, es que sueñen en grande y se mantengan al tanto de sus estudios. Abraza todos los desafíos y trabaja duro, tu dedicación abrirá el camino hacia el éxito en la universidad y más allá.
Profesional y atléticamente, ¿qué sigue para Jacob? ¿Cuáles son tus sueños ahora?
Deportivamente he dejado de jugar fútbol, pero mi carrera profesional apenas comienza. Actualmente trabajo como Subgerente de Proyectos y continuaré aprendiendo y creciendo cada día, hasta convertirme en Gerente de Proyectos. Mi sueño es tener una familia y algún día comprar mi propia casa.